Málaga 27 Agosto 2022

La acogida del jefe de los separatistas del polisario en Túnez constituye una « violación total » de las reglas del Foro de Cooperación Japón-África (TICAD), subrayó, el sábado, el politólogo Mustapha Tossa.

Si hay una pregunta crucial que se impone a todos los tunecinos es la siguiente: ¿qué ganará el presidente Kaïs Saied después de haber puesto la alfombra roja al jefe de los separatistas del polisario en el aeropuerto de Túnez? se pregunta el politólogo en un análisis publicado en el sitio web Atlasinfo.
« Nada más lejos de la gratitud sonora y tropezada del régimen argelino, que ve en esta instrumentalización desesperada una forma de intentar sacar la cabeza de la botella », señala, añadiendo que el « rapidísimo » comunicado del Ministerio marroquí de Asuntos Exteriores resultó « muy pertinente » al distinguir entre las actitudes y agendas del jefe de Estado tunecino y la « sólida » amistad y admiración mutua que los dos pueblos marroquí y tunecino mantienen desde hace décadas.
Antes de ser un asunto marroquí que requiere una reacción firme y un tratamiento sin concesiones, « la recepción del jefe de los separatistas del polisario en Túnez es ante todo un asunto tunecino, y en total violación de las reglas » de la TICAD, sostiene.
Al recibir al jefe de los separatistas, el presidente tunecino « atacó el patrimonio diplomático de un Túnez conocido por la racionalidad de sus elecciones, la moderación de sus planteamientos y sus convicciones », señala el politólogo.
Continuó diciendo que, en contra de la voluntad del principal país socio de esta cumbre, Japón, en contra del principio adoptado en anteriores cumbres similares en las que el polisario, no reconocido por las Naciones Unidas como Estado, nunca fue invitado, Kaïs Saied prefirió ignorar y llevar a cabo « este golpe de fuerza por orden de Argel ».
Tossa subrayó también que Marruecos tiene suficientes cartas y amistades para hacer sentir al régimen tunecino la « pesadez del error » que acaba de cometer y la « gravedad » de sus decisiones, aunque no tengan ninguna posibilidad de cambiar nada en el equilibrio de los balances regionales e internacionales.
« Kaïs Saied ha perdido Marruecos y se ha ganado la vergüenza de pertenecer al reducidísimo club de los enterradores de la unidad y la prosperidad magrebí », concluye el politólogo.