Olvidando las sensaciones de mareo que muchos temen, hoy les reseñaré un par de momentos que ratifican mi idea de que cuando un barco abre sus puertas muchas personas acuden prestas a visitarlo

Largas colas de personas en el muelle dos para visitar el submarino español ‘Mistral’ en noviembre de 2018. / J. C. CILVETI (MÁLAGA)

Málaga | 30 Jan 2024 07:00

Convendrán conmigo que poder subirse a un barco y visitarlo suscita una muy agradable sensación; una impresión que combina la aventura y la intriga por descubrir algo que no se conoce y que a priori tiene mucho de atractivo. Olvidando las sensaciones de mareo que muchos temen incluso en un buque amarrado al muelle, hoy les reseñaré un par de momentos que, vividos en primera persona, ratifican mi idea de que, cuando un barco abre sus puertas en Málaga muchas personas acuden prestas a visitarlo.