Cuando Pablo Iglesias abrió su primera Taberna Garibaldi, en marzo de 2024, la presentó como el proyecto de tres soñadores. «Éramos un poeta, un cantautor y un profesor de universidad», explicaba refiriéndose a sus socios Sebastián Fiorillo y Carlos Ávila. El exlíder de Podemos no ha sacado plaza en la Complutense de Madrid,donde impartía sus clases, así que ya solo le queda presentarse como tertuliano. Mientras su mujer, Irene Montero, continúa con su rentable puesto de eurodiputada en Bruselas, Iglesias entretiene sus largas horas con su aventura hostelera, pensando en cómo mejorar su Fidel Mojito. Ultima los preparativos para la apertura de su nueva Taberna Garibaldi, una continuación del negocio que abrió en la calle Ave María, de Lavapiés, pero ahora con mayor aforo. En un principio, el expolítico informó de que buscarían un nuevo barrio, pero finalmente la reapertura será en Lavapiés y contará con terraza.
«Compañeras, compañeros, como sabéis hace un mes cerramos nuestro viejo refugio para soñar a lo grande y construir una Garibaldi más grande. Gracias a vuestro apoyo, ya lo hemos conseguido», ha comenzado explicando en un vídeo compartido en la cuenta de Instagram del negocio.