l caso de Noelia Núñez, la exdiputada del Partido Popular que ha dimitido esta semana tras descubrirse que mintió en su currículo en repetidas ocasiones, no es un caso de titulitis como se intenta vender desde distintos medios. En parte, se intenta englobar en esa especie de denigración que existe ahora contra las personas que estudian mucho cuando, hasta hace cuatro días, se nos decía que era la única manera de conseguir trabajos dignos. Era la forma que tenía la clase obrera de ascender socialmente, pero ahora es titulitis. Una vez que se ha logrado que, mediante el esfuerzo personal y económico de las familias pobres, estas podamos alcanzar estudios universitarios, sale más a cuenta restarle importancia para no sentirse igual que nosotros. Por ello me repatea que se hable de Noelia Núñez como víctima de la titulitis cuando no es más que una mentirosa que infla su expediente porque forma parte de aquellos que se tiran día tras día hablando de meritocracia y del gobierno de los mejores.

Quiero dar las gracias a Alberto Núñez Feijóo y a Isabel Díaz Ayuso por su confianza. Contarán con mi admiración y lealtad allá donde esté« , escribió Núñez en su comunicado de renuncia. Ahora, ese « allí donde esté », al menos uno de esos lugares, ya se conoce: En Boca de Todos.