Los detenidos están acusados de pertenencia y colaboración con la organización terrorista Daesh y cuatro de ellos ya han ingresado en prisión por orden judicial.
Esta es la segunda fase de la operación que ha sido denominada MIYA y que fue iniciada por la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional en 2021.
Estas actividades han contado con la colaboración de Servicios de Inteligencia y Seguridad de doce países, entre ellos la Direction Générale de la Surveillance du Territoire (DGST) marroquí, la Direction Générale de la Sécurité Intérieure (DGSI) argelina, la Direction Générale de la Sûreté Nationale (DGSN) mauritana, el Federal Bureau of Investigation (FBI) norteamericano, la FEDPOL suiza y EUROPOL.
En España la CGI ha contado con la colaboración de sus Brigadas Provinciales de Información de Valencia, Alicante, Cáceres y San Sebastián, así como del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
La investigación ha estado coordinada por el Juzgado Central de Instrucción número 6 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Año y medio de investigación
Tras año y medio de investigación se logró detectar a una persona de origen magrebí, residente en nuestro en España, que estaba en contacto con un sujeto que había entrado en Europa atravesando la denominada ruta de los Balcanes. “El objetivo de ese radical era llegar a Francia para cometer un atentado en nombre de Daesh, a lo que el investigado en España le ofrecía su colaboración”.
Fue una intensa investigación la que permitió que los especialistas de la CGI localizaran en Suiza al hombre que pretendía atentar en Francia, por lo que transmitieron inmediatamente la información a sus colegas de la FEDPOL helvética.
“Ante el riesgo que suponía la planificación de este atentado, se organizó en tiempo record una operación conjunta en Suiza y en España que se saldó con la detención simultánea en marzo de 2022 de ambos radicales”, han indicado desde la Dirección Nacional de la Policía.
Durante esta primera fase de la operación se produjeron otras seis detenciones en Europa y el Magreb, elevando a ocho el total de detenidos. El detenido en España “fue condenado por delitos de terrorismo a dos años de prisión, saliendo en libertad a mediados de 2023”.
Una vez culminada esta primera parte de la operación, “los analistas de la CGI descubrieron que los dos detenidos eran parte de una red internacional de apoyo a Daesh que estaba establecida en tres continentes”. Esto fue lo que desencadenó “una macrooperación conjunta con los Servicios de Seguridad e inteligencia de doce países de Europa, Oriente Medio y Magreb”.
Fue como consecuencia de la investigación, que se ha puesto al descubierto una red de apoyo a Daesh “con ramificaciones en Afganistán, Oriente Medio, Sahel, Magreb y Europa”.
Fondos provenientes de la comisión de delitos en Europa
De acuerdo con la información revelada por la Dirección General de la Policía “sus miembros se dedicaban presuntamente a la obtención de fondos provenientes de la comisión de delitos en Europa para financiar sus actividades terroristas”.
De hecho, “movían grandes cantidades de dinero a través de envíos internacionales y criptomonedas, lográndose en los registros la incautación de criptos por valor de casi 200.000 euros”.
Igualmente, algunas de estas personas “intentaban adoctrinar a nuevos adeptos”. Como parte de las indagaciones se ha logrado descubrir que esta red “habría ayudado en la planificación de al menos dos atentados que finalmente fueron neutralizados por la acción de los servicios de seguridad”.
La Dirección General de la Policía ha informado que la investigación en España ha concluido ahora con la detención de cinco personas, agregando que “uno de los investigados en nuestro país había sufrido una fuerte radicalización en los últimos meses, significándose que en las últimas semanas mostraba sus deseos de llevar a cabo un atentado, circunstancia que precipitó la explotación de esta operación”.
Durante el registro de su domicilio “se encontró munición de arma corta y un hacha”.
A los detenidos también se les han intervenido manuales para la confección de explosivos, manuales de adoctrinamiento a menores y propaganda.