Una condenada por conducir ebria, relevo de Ábalos si deja el escaño por el ‘caso Koldo’
Si José Luis Ábalos deja el Congreso por el caso Koldo, el escaño por Valencia le correspondería a Ana María González, alcaldesa de Llaurí condenada por conducir ebria en abril de 2021.
El PSOE, pese a que la controversia trascendió durante la campaña electoral de las elecciones generales, la mantuvo en la lista en el número 7. « Cumplió con la sociedad pagando la multa y haciendo el cursillo, está todo zanjado », manifestaron este lunes a EL ESPAÑOL fuentes del partido preguntadas al respecto. « Fue en mi vida privada », se excusó ella en su momento.
Con los resultados del 23-J entraron cinco representantes por Valencia, pero el sexto, Víctor Camino, ya accedió al Congreso cuando renunció a su escaño la ministra Diana Morant para centrarse en las labores de Gobierno.
En consecuencia, ahora le corresponde a González la representación parlamentaria, en caso de que Ábalos renuncie. La presencia en la lista de la dirigente -que el pasado 28 de mayo revalidó su mayoría absoluta en las elecciones municipales de Llaurí-, fue propuesta por la dirección provincial del PSPV-PSOE, y después validada por los organismos autonómicos y nacionales del partido.
El partido también alegó que Llaurí, su municipio de mil habitantes, « no la castigó en las urnas ». Logró la mayoría absoluta en la pequeña localidad al lograr 5 concejales frente a los tres del PP y a uno que obtuvo Compromís.
González se mostró molesta hace ocho meses al ser preguntada por su incidente al volante. « Ya expliqué lo que tenía que explicar y no lo voy a volver a hacer. Tengo una vida privada, y esto fue en mi vida privada », subrayó. « Nada que añadir », agregó este lunes.
Lo que explicó en 2021 fue que la Policía Local de Valencia la sometió a un control de alcoholemia cuando abandonaba La Marina de Valencia, una de las zonas de ocio más populares de la ciudad. Ocurrió alrededor de las 18.00 horas, momento en que cerraba entonces la hostelería debido a las restricciones de la Covid-19.
« Lo que me pasó podría pasarle a todos, pero eso no es excusa. Y como cargo público, creo que hay que pedir perdón. Soy una mujer responsable, pero cuando se comete un error, aunque sea un error totalmente involuntario, hay que reconocerlo y asumirlo. Creo que fue una muy mala decisión y estoy profundamente arrepentida. Sé que no volverá a suceder », dijo
Se expresó así a través de sus redes sociales, y aseguró que había quedado con unos amigos para comer, que se tomó dos cervezas y no más de dos vasos de vino.
La alcaldesa de Llaurí fue condenada al pago de una multa de 960 euros y a ocho meses de retirada del permiso de conducir, ya que dio una tasa de alcohol superior a los 0,6 miligramos. Por ello, los agentes abrieron diligencias penales y procedieron a su detención.
Su caso fue sometido a un juicio rápido en el Juzgado de Instrucción número 20 de Valencia, el que se encontraba en funciones de guardia de incidencias.
Ana María González aceptó las penas solicitadas por la Fiscalía por la comisión de un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, según informó entonces el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).
Su caso coincidió con las críticas de los socialistas al candidato de Vox en Valencia, Carlos Flores, condenado en 2002 por maltrato a su exmujer.
En partido subrayó entonces que era condenas « diametralmente distintas », debido a que la de flores « chocaba frontalmente con el feminismo, un valor esencial para la construcción de las sociedades modernas ».