La esperanza es la ilusión con la que todos contraemos matrimonio, regularmente es la esperanza de cada ser humano que al casarse será feliz, y abriga la esperanza que su pareja lo hará feliz. Si, es verdad que todos queremos ser felices, pero de pronto esperamos o buscamos la felicidad de forma incorrecta, pues el egoísmo en la humanidad ha hecho que pensemos solo en noso
tros primero, y en segundo en uno mismo y tercero solo en mí.
El pensamiento típico de un joven es, -Necesito encontrar a alguien que me haga feliz. Con este tipo de pensamiento, ya se está empezando mal, pues el matrimonio es mucho más que buscar a alguien que nos haga feliz.
Debemos primeramente examinarnos a nosotros mismo y ver que podemos aportar o ofrecer a una relación, pues primeramente así es como lograremos la felicidad interna.
En lugar de buscar a alguien que nos haga feliz, pensemos si a la persona que he elegido para pasar el resto de mi vida a su lado, yo la puedo hacer feliz, tomando en cuenta que en un momento dado el amor llegará y por ese amor que estará en nuestras vidas, desearemos que nuestra pareja sea feliz, y como le amamos fuertemente, al ver la felicidad en esa persona especial, nosotros también seremos felices.